Sor Juana Ines de la Cruz poems

Sor Juana Ines de la Cruz(1651 - 1695 / San Miguel Nepantla / Mexico)
Page 1Go

You Men

- by Sor Juana Ines de la Cruz 57

(Espa?ol)
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
?por qué quereis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al ni?o que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia

?Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
el mismo empa?a el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana:
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.

?Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

?Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

?O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ?para quée os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

(English)
Silly, you men-so very adept
at wrongly faulting womankind,
not seeing you're alone to blame
for faults you plant in woman's mind.

After you've won by urgent plea
the right to tarnish her good name,
you still expect her to behave--
you, that coaxed her into shame.

You batter her resistance down
and then, all righteousness, proclaim
that feminine frivolity,
not your persistence, is to blame.

When it comes to bravely posturing,
your witlessness must take the prize:
you're the child that makes a bogeyman,
and then recoils in fear and cries.

Presumptuous beyond belief,
you'd have the woman you pursue
be Thais when you're courting her,
Lucretia once she falls to you.

For plain default of common sense,
could any action be so queer
as oneself to cloud the mirror,
then complain that it's not clear?

Whether you're favored or disdained,
nothing can leave you satisfied.
You whimper if you're turned away,
you sneer if you've been gratified.

With you, no woman can hope to score;
whichever way, she's bound to lose;
spurning you, she's ungrateful--
succumbing, you call her lewd.

Your folly is always the same:
you apply a single rule
to the one you accuse of looseness
and the one you brand as cruel.

What happy mean could there be
for the woman who catches your eye,
if, unresponsive, she offends,
yet whose complaisance you decry?

Still, whether it's torment or anger--
and both ways you've yourselves to blame--
God bless the woman who won't have you,
no matter how loud you complain.

It's your persistent entreaties
that change her from timid to bold.
Having made her thereby naughty,
you would have her good as gold.

So where does the greater guilt lie
for a passion that should not be:
with the man who pleads out of baseness
or the woman debased by his plea?

Or which is more to be blamed--
though both will have cause for chagrin:
the woman who sins for money
or the man who pays money to sin?

So why are you men all so stunned
at the thought you're all guilty alike?
Either like them for what you've made them
or make of them what you can like.

If you'd give up pursuing them,
you'd discover, without a doubt,
you've a stronger case to make
against those who seek you out.

I well know what powerful arms
you wield in pressing for evil:
your arrogance is allied
with the world, the flesh, and the devil!

My Lady

- by Sor Juana Ines de la Cruz 47

(Espa?ol)
Perdite, se?ora, quiero
de mi silencio perdón,
si lo que ha sido atención
le hace parecer grosero.

Y no me podrás culpar
si hasta aquí mi proceder,
por ocuparse en querer,
se ha olvidado de explicar.

Que en mi amorosa pasión
no fue desuido, ni mengua,
quitar el uso a la lengua
por dárselo al corazón.

Ni de explicarme dejaba:
que, como la pasión mía
acá en el alma te vía,
acá en el alma te hablaba.

Y en esta idea notable
dichosamenta vivía,
porque en mi mano tenia
el fingirte favorable.

Con traza tan peregrina
vivió mi esperanza vana,
pues te pudo hacer humana
concibiéndote divina.

?Oh, cuán loca llegué a verme
en tus dichosos amores,
que, aun fingidos, tus favroes
pudieron enloquecerme!

?Oh, cómo, en tu sol hermoso
mi ardiente afecto encendido,
por cebarse en lo lucido,
olvidó lo peligroso!

Perdona, si atrevimiento
fue atreverme a tu ardor puro;
que no hay sagrado seguro
de culpas de pensamiento.

De esta manera enga?aba
la loca esperanza mía,
y dentro de mí tenía
todo el bien que deseaba.

Mas ya tu precepto grave
rompe mi silencio mudo;
que él solamente ser pudo
de mi respeto la llave.

Y aunque el amar tu belleza
es delito sin disculpa
castígueseme la culpa
primero que la tibieza.

No quieras, pues, rigurosa,
que, estando ya declarada,
sea de veras desdichada
quien fue de burlas dichosa.

Si culpas mi desacato,
culpa también tu licencia;
que si es mala mi obediencia,
no fue justo tu mandato

Y si es culpable mi intento,
será mi afecto precito,
porque es amarte un delito
de que nunca me arrepiento.

Esto en mis afectos hallo,
y más, que explicar no sé;
mas tú, de lo que callé,
inferirás lo que callo.

Page description:

Poems by Sor Juana Ines de la Cruz, Sor Juana Ines de la Cruz's poems collection. Sor Juana Ines de la Cruz is a classical and famous poet (1651 - 1695 / San Miguel Nepantla / Mexico). Share all poems of Sor Juana Ines de la Cruz.

© Poems are the property of their respective owners, reproduced here for educational and informational purposes, and is provided at no charge.